El Tiempo se escapa del corazón de los hombres
Día a día. Tic, tac.
El Tiempo se esfuma del alma de los necios ignorantes,
Hora a hora. Tic, tac.
El Tiempo corre por las venas de las damas altivas suspirantes de amor
Minuto a minuto. Tic Tac.
El Tiempo huye del deseo de los jóvenes arrogantes.
Segundo a segundo. Tic, tac.
El Tiempo se pierde entre las nubes
Y el sol de los días comunes. Tic, tac...
El reloj sin agujas de la Torre marca las horas el Tiempo Fugitivo.
Antes, ahora y siempre. Tic, tac, tic, tac, tic, tac, tic, tac, tic, tac.
Se acabó. Tempus fugit.
© Carme Folch, 2011.
01 de març 2011
TEMPUS FUGIT
Etiquetas:
poema existencialista.,
TEMPUS FUGIT
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2 comentaris:
¡Un reloj sin agujas! Eso es espantoso; es como ver llegar a la Muerte y no tener brazos para luchar contra ella. Me ha parecido un gran poema con su toque divertido.
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